Tuesday, June 8, 2010

El Cuerpo y La Sangre de Cristo

  El Cuerpo y La Sangre de Cristo

  Cada vez que pienso en esta gran solemnidad, recuerdo las procesiones Eucarísticas de mi infancia, y aquellas procesiones extraordinarias que he visto en esta festividad en otros lugares del mundo.  Esto es algo que ya no apreciamos.  Parece que la presencia real de Jesús en la Eucaristía es algo del pasado, pero es bueno recordar que Jesús nos dijo:  "Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo."  El sigue estando con nosotros, en su presencia real en la Eucaristia.  Me gustaría citar parte de la Encíclica en la Eucaristía, escrita por Benedicto XVI, llamada El Sacramento de la Caridad (Sacramentum Caritatis) después del Sínido Apostólica de la Eucaristia (2007):
  Nuestras comunidades, cuando celebran la Eucaristia, han de ser cada vez más conscientes de que el sacrificio de Cristo es para todos y que, por eso, la Eucaristia impulsa a todo el que cree en El a hacerse pan partido para los demás y, por tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno.  Pensando en la multiplicación de los panes y los peces, hemos de reconocer que Cristo sigue exhortando también hoy a sus discípulos a comprometerse en primera persona:  "dadles vosotros de comer" (Mt 14,16). 

  En verdad, la vocación de cada uno de nosotros consiste en ser, junto con Jesús, pan partido para la vida del mundo.  La unión con Cristo que se realiza en el Sacramento nos capacita también para nuevos tipos de relaciones sociales:  la "mística" del Sacramento tiene un carácter social.  En efecto, la unión con Cristo es al mismo tiempo unión con todos los demás a los que él se entrega.  No puedo tener a Cristo sólo para mi; únicamente puedo pertenecerle en unión con todos los que son suyos o lo serán [241]  A este respecto, hay que explicitar la relación entre Misterio eucarístico de comunión entre hermanos y hermanas que aceptan reconciliarse en Cristo, el cual ha hecho de judíos y paganos un pueblo solo, derribando el muro de enemistad que los separaba (cf. Ef 2,14).  Sólo esta constante tensión hacia la reconciliación permite comulgar dignamente con el Cuerpo y la Sangre de Cristo (cf. Mt 5,23-24).

  Queridos hermanos y hermanas, la Eucaristía es el origen de toda forma de santidad, y todos nosotros estamos llamados a la plenitud de vida en el Espíritu Santo...La celebración y adoración de la Eucaristía nos permiten acercarnos al amor de Dios y adherirnos personalmente a él hasta unirnos con el Señor amado.  EL ofrecimiento de nuestra vida, la comunión con toda la comunidad de los creyentes y la solidaridad con cada hombre, son aspectos imprescindibles de la logiké latreía, del culto espiritual, santo y agradable a Dios (cf. Rm 12,1), en el que toda nuestra realidad humana concreta se transforma para su gloria.

  Invito, pues, a todos los pastores a poner la máxima atención en la promoción de una espiritualidad cristiana auténticamente eucarística.  Que los presbíteros, los diáconos y todos los que desempeñan un ministerio aucarístico, reciban siempre de estos mismos servicios, realizados con esmero y preparación constante, fuerza y estímulo para el propio camino personal y comunitario de santificación.  Exhorto a todos los laicos, en particular a las familias, a encontrar continuamente en el Sacramento del amor de Cristo la fuerza para transformar la propia vida en un signo auténtico de la presencia del Señor resucitado.  Pido a todos los consagrados y consagradas que manifiesten con su propia vida eucarística el esplendor y la belleza de pertenecer totalmente al Señor.

Fuente:  Boletín semanal de la Parroquia Santa Isabel

Ver fotos de nuestra celebración de Corpus Cristi click Aqui.

No comments:

Post a Comment

Tu comentario es muy importante para nosotros.