VENGA TU REINO

VENGA TU REINO

  El Reino de Dios Está Cerca

Después que Juan fue preso, marchó Jesús a Galilea; y proclamó la Buena Nueva de Dios:  El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.  Cristo, por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los cielos.    Pués bien, la voluntad del Padre es  elevar a los hombres a la participación de la vida divina.  Lo hace reuniendo a los hombres en torno a su Hijo, Jesucristo.  Esta reunión es la Iglesia, que es sobre la tierra el germen y el comienzo de este Reino.

  El Anuncio del Reino de Dios

Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino. Anunciado en primer lugar a los hijos de Israel, este reino mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas las naciones.  Para entrar en el, es necesario acoger la palabra de Jesús:  La Palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo:  los que escuchan con fe y se unen al pequeño rebaño de Cristo han acogido el Reino:  después la semilla, por si misma, germina y crece hasta el tiempo de la siega.

  El Reino pertenece a los pobres y a los pequeños

Es decir a los que lo acogen con un corazón humilde, Jesús fue enviado para anunciar la Buena Nueva a los pobres.  Los declara bienaventurados porque de ellos es el Reino de los Cielos a los pequeños es a quienes el Padre se ha dignado a revelar las cosas que ha ocultado a los sabios y prudentes.  Jesús, desde el pesebre hasta la cruz comparte la vida de los pobres, conoce el hambre, la sed y la privación.  Aún más se identifica con los pobres y hace del amor activo hacia ellos condición para entrar en su Reino.

  Los Signos del Reino de Dios

Jesús acompaña sus palabras con numerosos milagros, prodigios y signos, que manifiestan que el Reino, está presente en EL.

  Reflexión:

Podemos sentir una gran paz cuando vamos a misa, a un grupo, o a un retiro, pero muchas veces esa paz que sentimos es solo superficial porque nos puede durar unas horas, unos dias.  La verdadera paz divina es cuando el Reino de Dios está en nuestro Corazón y se logra a travéz de un proceso.

  El Reino de Dios es la vida divina y la vida divina es Dios.

  Jesús inauguró el Reino de Dios en la tierra porque la voluntad de nuestro Padre es elevar a todas las personas a la participación de la vida divina.  Y como se logra esto?  Pasando por un proceso, poniendo en practica todo lo que Jesús nos enseñó.  Esa es la forma de cómo vamos a entrar en el Reino de Dios.

  Todos estamos llamados a ser parte del Reino de Dios aqui en la tierra, no importa la posición económica, social, el país ni el aspecto físico.

  Pero Dios quiere que entren en su Reino, los pobres y los pequeños.  Qué quiere decir esto?  Que Dios quiere personas humildes de corazón.

  Por ejemplo:  Qué pasa cuando dos niños se pelean por un juguete?  Se pueden golpear, gritar pero al rato se les olvida lo que pasó y siguen jugando, no se quedan con rencores, resentimientos ni odio.

Así quiere Dios que seamos con nuestro prójimo, que perdonemos, que seamos humildes.

  Agarra tu Biblia y busca San Mateo 5, 3 para ver más ejemplos de la humildad:

Dice la palabra de Dios:  1 Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.  2  Felices los que lloran, porque recibirán consuelo, 3 Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. 4 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.  5 Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.  6 Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.  7 Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijo de Dios.  8 Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

  Jesús acompaña sus palabras con numerosos milagros, prodigios y signos, que manifiestan que el Reino de Dios esta presente en EL.  Nosotros también somos hijos de Dios pero no podemos manifestar el Reino de Dios de la misma forma que lo hizo Jesús haciendo milagros porque no estamos en el mismo nivel.  Pero si podemos manifestar el Reino de Dios en la forma que tratamos a nuestro prójimo.

  Cuando decimos VENGA A NOSOTROS TU REINO, no solo tenemos que pedirlo con palabras, sino que tenemos que pedirlo con nuestra ACTITUD.  Como es que va a venir el Reino de Dios a nuestro corazón si no tenemos un corazón limpio, un corazón puro, un corazón humilde.  Y si todavia hay algunas manchitas en nuestro corazón, entonces hay que esforzarnos más, hay que limpiarlo, hay que pulirlo hasta que este brillante y listo para recibir El Reino de Dios.